Quizás haya llegado ya el momento de crecer y madurar, o por lo menos de intentarlo contigo. De que seas tú la razón de mi sonrisa y la de mis lágrimas. Ha llegado el momento de cogerte de la mano en serio, de afrontar las consecuencias. De verte todos los días y no poder evitar sonreír... Ya ha llegado el momento de devolverte las sudaderas calentitas, de utilizar la ironía, de recordarte lo que pasa, de apostar mis riñones por ti... Me apetece abrazarte y que me cuides y también que no te separes de mí. Y noto que se acerca eso de apoyarme en tu pecho y escuchar tu corazón latir a mil por hora y notar como respiras encima de mi cabeza, como te pones nervioso, como revolotean tus manos por mi cintura. Ha llegado la hora de que seas tú el que me acompañe a los sitios cuando me quede sola. Que necesito que seas el que mande mensajes bonitos cuando acaba de verme, o cuando le ha pasado algo, o simplemente cuando necesita que le recuerde lo que siento. Me apetece que me hagas reír, que me hagas cosquillas, que siempre te acuerdes de todo lo que digo. Que ya es hora de cruzar la línea, de pasar al otro lado, de dejar de lado el yo para crear un nosotros.

(YOU'RE SO FUCKING SPECIAL...)