Se cierra una puerta, se abre una ventana,

cerrando ciclos, consumiendo lo agotado, esto se termina.

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En este momento, hoy, ahora, sentada en el borde de mi cama me dispongo a escribir que no sé como salir de este pozo, que me he caído y estoy cansada de trepar. 
He puesto la mejor de mis intenciones en agradar a unos desconocidos que, en realidad, nunca, jamás formarán parte de mi vida, quedarán en el olvido en menos que canta un gallo. ¿Que no cuenten contigo para nada es el castigo por ser diferente? no, mis, disculpas, la culpa es mía por ser diferente e intentar ser igual que los demás, llenos de mierda hasta las cejas, valorando vuestros culos por encima de todo.
Río, lloro, grito, pero se me había olvidado lo mejor, ya no escribo, no escribo porque me siento culpable, por ser un medio que solo utilizo cuando todos vosotros no me aportáis nada, espera, ¿qué? ¿vosotros? Lo siento, me olvidaba de que no hay nadie ahí y de que nunca lo va a haber. Escribir para ti, para que nadie lo lea, ¿quién sabe? todo lo vuestro está lleno de mentiras y de falsedad, de palabras vacías, de actos descorazonados, de celos y envidia. Actos en sociedad y que se note que tenéis muchos amigos, que os lleváis bien con todo el mundo y que la perfección existe en vuestra persona. No lo intentéis, dejad de fingir, no os paséis unos por encima de otros, que yo os dejo sitio.
Ah, y a todos aquellos que no estuvieron cuando les necesitaba, que me criticaron por detrás, que hablaron de mí a mis espaldas, que me jodieron sonriendo, que me pusieron cara de asco, que me engañaron, sí, a todos vosotros y a alguno más os dedico el "que os jodan" en el volumen más elevado que pueda existir, porque sí, a mi SIEMPRE me importa.

Sofía, Sofía, Sofía. Su nombre retumbaba en mi cabeza mientras su mano izquierda acariciaba mi espalda haciendo ochos. No había forma de arrancarla de mi ser, la necesitaba para poder seguir respirando, me daba la vida con el simple bombeo de sangre que ejercía su corazón.

Nunca supe que sentir, la quería con fiebre, no había límites, pero no me ayudaba a adivinar que debía sentir. A veces la odiaba, quería que me dejara en paz, como cuando una avispa entra en tu habitación y abres la ventana para que se vaya por miedo a que te pique. Otras, en cambio la veía como una mariposa a la que había atrapado y cortado las alas y sentía que debía dejarla escapar. No tenía claro si decidirme a ser feliz o decidirme a que fuera feliz.

De todas formas, ella era de otros, siempre era de otros. Algunas veces volvía empapada en lágrimas y otras no le cabía la sonrisa en la cara, sinceramente sigo sin saber qué me duele más. Cierto es que a veces era mía, pero lo que sentía cada uno en ese momento era irremediablemente incomparable. Me bastaba mirarla a los ojos para saber porqué la quería...

+ Eres tú el único que me quiere, ¿verdad?
- No sé si el único, pero seguro que el que más.

Una de las mayores verdades que el humano ha percibido es, sin duda, que donde duele inspira. Y la verdad, hoy, si mi vista no estuviera nublada por todas las lágrimas que no dejan de caer por mis mejillas, escribiría millones de líneas en esta mierda que solo utilizo cuando todo lo demás me falla. Las palabras nunca me dan disgustos, siempre me entienden, siempre saben que decir... Quizás debería empezar a pensar que soy yo la que siempre sabe qué decir. Es normal, me he tenido que tragar tantas frases por hacer felices a los demás... Si al final, no puedo echarle la culpa a nadie porque soy yo la que se hace daño. Supongo que esto me hace más fuerte, ya no lloro con tanta facilidad, de hecho, hacía meses que no lloraba. Igual estoy sensible y lo estoy exagerando todo, pero siento algo aquí en el pecho que no me deja parar de llorar y es una sensación horrible.

Dicen que de vez en cuando hablar con uno mismo es bueno, así que allá vamos... Hola nere, te llamo nere porque sé que nerea te suena a serio, a bronca, a suspenso, a responsabilidades, pero no te acostumbres. Pronto todo el mundo repetirá tu nombre completo y dejarás de escuchar eso de: pequeña, canija, enana... o por lo menos referido a ti. Te hablo (escribo) porque te veo desbordada, ¿qué te sucede? Te sobrepasan las situaciones nere, tú eres más fuerte que eso. Sé que duermes poco, que comes mal, que últimamente tus únicas escapadas son al instituto, sé que estás cansada, que te notas sin ganas, pero eso le pasa a todo el mundo. Tú nunca has sido menos que todo el mundo, joder, todos sabemos que puedes, ¿por qué no quieres? Si no quieres hacerlo por ti, que últimamente te tienes un odio increíble, hazlo por tus padres, por tu abuela, que lo dan todo por ti. Hazlo por tus amigos, que son los mejores que has podido encontrar, por tu chico, que confía en ti, que no te va a dejar sola... Deja de cagarla, por favor, empieza a poner la otra mejilla. Devuelve lo que todo el mundo te da, joder. Dile a Dito que le quieres y deja de hacer que se sienta mal, deja de preocuparle y dile lo que sientes por él, dale una garantía de que no te irás a la primera de cambio, de que lo que sientes es de verdad. Empieza a estar ahí para tus amigos siempre y no cuando te des la gran ostia, ayuda a Naia a entender lo que siente y a Andrea a no dejar de sonreír. Adivina que cojones le pasa a Sara y por qué no es todo lo feliz que debería ser. A Marina... bah, déjala que siga así y que averigüe que le van las pavas. Haz lo posible por abrirle los ojos a todos los que no se deciden a dar el paso y encontrar el amor que tanto tiempo llevaban buscando. Sé lo que eras antes, vuelve a ser feliz y déjate de tonterías, que todos sabemos que lo eres. Deja de sentirte como una mierda porque eso ya era historia, ¿te acuerdas? ibas a sonreír siempre, que no te faltan razones, que hay algo que te hace feliz, algo por lo que luchar. En fin nere, espero haber sido de ayuda, no quiero volver a verte llorar. Valora lo que tienes, no seas tonta. Cuídate mucho y deja de morderte las uñas y hacerte moratones, anda.

Sí, todo bien...

Colgados como en las películas, viviendo rápido para no pensar, fue inhumano para los demás, yo te decía: ¡para ya! Frágiles como pompas de jabón, yo te agarraba, era tan sobón... pero tus piernas se movían para que no me quitara, no señor. Viviendo en una melodía, dándonos más besos que estrellas saldrán hoy. Así pasaban todo el día, haciendo un pulso cabeza y corazón. Fue para habernos matado, fue tan difícil soltarnos, adiós, adiós, adiós... La comidilla de su ciudad fue la clave para querernos más, me lo contaba y se reía, se nos dormía el paladar. Ágiles como chicos de barrio, abriendo portales de un calentón, pero la cosa se torcía cuando estábamos con alguien más. Chupaste toda mi energía, dándonos más besos que estrellas saldrán hoy...

Yo, Nerea Álvarez Domínguez, la chica normal, del montón, la bajita del pelo largo. Un poco ingenua, un poco tonta, un poco desconfiada, un poco lista. Alguien le robó el romanticismo hace años, alguien le usurpó las ganas de querer. La que aprende a base de ostias (siempre todas con la misma piedra). La que no creía en lo especial, la que no sentía lo especial. Esa que nunca sabe lo que quiere, o por lo menos no lo sabía, porque desde el día que experimenté lo que se sentía al poder perderle sí supe exactamente lo que quería.
Puede que no sea el momento, ni el lugar, ni la situación adecuada. También puede que estas no sean las palabras... pero gracias, porque nadie sabe todavía lo especial que puede llegar a ser.
Lo siento si soy una imbécil, si no le entiendo o si no soy todo lo que él se merece. Y si a veces tengo dudas o pienso que esto se me va a quedar grande porque en el fondo sé que podemos y lo haremos. Sé que soy insoportable la mayoría de las veces pero me hace sentir jodidamente especial y me deja su chaqueta cuando tengo frío y me da la mano por la calle y al que todo esto no le sirva, no le llegue o no le complazca es porque todavía no le conoce. Espero saber hacer esto bien, en serio.

Te quiero,
CUATRO.

SPNB







N.-

Me haces tan feliz, que el hecho de pensar que yo no pueda hacerte sentir lo mismo me da escalofríos.

Ya ni escribir me sale, que genial eres...

porfaporfaporfaporfaporfaporfa

Que miedo tengo y que pocas razones para asustarme... ¿En qué momento se volverían tan difíciles las cosas? echo de menos eso de no pensar en nadie más que en mí. Tengo miedo a hacer las cosas mal, tengo miedo a que esto sea demasiado nuevo para mí y no sepa como hacerlo. Puede que esto vaya a ser más difícil de lo que pensaba o puede que lo arregle todo con un simple...

Buena suerte, chao, adiós .-

Impresionante como de un día para otro las cosas cambian tanto, como se rompe todo en mil pedazos...

(I WISH I WAS SPECIAL)

Quizás haya llegado ya el momento de crecer y madurar, o por lo menos de intentarlo contigo. De que seas tú la razón de mi sonrisa y la de mis lágrimas. Ha llegado el momento de cogerte de la mano en serio, de afrontar las consecuencias. De verte todos los días y no poder evitar sonreír... Ya ha llegado el momento de devolverte las sudaderas calentitas, de utilizar la ironía, de recordarte lo que pasa, de apostar mis riñones por ti... Me apetece abrazarte y que me cuides y también que no te separes de mí. Y noto que se acerca eso de apoyarme en tu pecho y escuchar tu corazón latir a mil por hora y notar como respiras encima de mi cabeza, como te pones nervioso, como revolotean tus manos por mi cintura. Ha llegado la hora de que seas tú el que me acompañe a los sitios cuando me quede sola. Que necesito que seas el que mande mensajes bonitos cuando acaba de verme, o cuando le ha pasado algo, o simplemente cuando necesita que le recuerde lo que siento. Me apetece que me hagas reír, que me hagas cosquillas, que siempre te acuerdes de todo lo que digo. Que ya es hora de cruzar la línea, de pasar al otro lado, de dejar de lado el yo para crear un nosotros.

(YOU'RE SO FUCKING SPECIAL...)

Yo quisiera ser para ti un vicio inconfesable.

Es como una montaña rusa. Como cuando pasas por un momento jodidamente genial de tu vida y la etapa que le sigue es horrible, insalvable, interminable. Como cuando te das cuenta de que te empieza a importar, de que ahora eres tú la que necesita verle feliz y a tu lado, de que ya no va a volver a ser como antes. Es como cuando no sabes por lo que luchas, cuando en un momento te das cuenta de que esa no es tu batalla, de que no tienes nada que ganar y nada que perder. Como cuando se te cae un vaso de cristal al suelo y no sabes si blasfemar por el vaso o por la gente que se cortará con los cristales. Es igual que cuando sueñas con algo bonito y el despertador suena dejando el sueño en la parte más interesante, entonces te das cuenta de que hace sol y de que te espera un día genial...

Es como cuando te pasa algo y no sabes qué es, es como que quiero sacarlo todo de aquí dentro y no puedo. Como nadar contra corriente, como las cosquillas en los pies.

Como aléjate de mí pero no me dejes sola...

¿De verdad hay gente que se va y es capaz de no volver? Los veo desde mi ventana, escapando de todo, de miedos y alegrías, de sorpresas y penas. Son capaces de volver a empezar de nuevo, de construir una vida empezando por sus pilares. ¿De verdad no se llevan nada? y si es así ¿no lo echan de menos? No sería capaz de huir así de sus ojos y sus manías. Por muy horrible que fuese todo, por mucha mierda que tuviera encima. Mis recuerdos me torturarían noche y día y le buscaría en las caras de la gente... el problema llegaría cuando no le encontrase. Odio buscar y no encontrar, añorar algo y que no vuelva... Y en cambio hay gente que es capaz de olvidarse de todo, de darle a reset y así, sin más, comenzar de nuevo. Fabricar nuevos recuerdos, ¿cómo se fabrican nuevos recuerdos? o mejor... ¿cómo se borran los antiguos? ¿existe tipex para los recuerdos? Quizás de vez en cuando cambiar de aires no está mal, pero cambiar una vida entera, decirle adiós a todo...




Crecer es aprender a despedirse.

Yo solo quiero que me quieras como te quiero yo.

No soy de las que se rinden, nunca lo he sido. Soy de las que insisten y cuando están a punto de conseguirlo se asustan. No sé lo que va a pasar ni lo que quiero que pase, pero podré sobrevivir con la duda... La verdad es que iba a escribir algo laaaaaargo y bonito... pero me basta con decir que me apetece(s).


Y que si todo sale bien, algún día de esos soleados y bonitos en los que te despiertas de un maravilloso buen humor... lo primero que pensarás será que yo también te apetezco. Y será todo genial, ¿sabes? De esas historias con finales felices que ves por la tele, o quizás de esas historias que no tienen final...